Cómo Lidiar con el Conflicto en el Trabajo
Estrategias efectivas y habilidades que puedes empezar a desarrollar para lidiar con situaciones difíciles en tu empresa.
Lidiar con conversaciones difíciles o conflictos en el trabajo es algo muy desafiante y difícil de hacer. A veces, parece que evitar estas situaciones es la mejor forma de deshacerse de ellas. Pero créeme, la mayoría de las veces esto solo empeorará las cosas y, desafortunadamente, el problema no solo persistirá, sino que podría hacerse más grande.
Por eso, aprender a lidiar con conflictos es una habilidad esencial para el crecimiento personal y profesional. Especialmente si estás considerando el camino gerencial para tus planes de carrera.
El conflicto puede costar significativamente a tu empresa
Los conflictos en el lugar de trabajo pueden tener consecuencias significativas para una empresa, incluyendo impactos negativos en la cultura de la compañía y en el resultado final. Un estudio estimó que los conflictos laborales le cuestan a las empresas estadounidenses alrededor de $359 mil millones al año, basándose en que los empleados gastan un promedio de 2.8 horas a la semana lidiando con conflictos.
Estimar el costo de estas consecuencias es desafiante, pero reemplazar a los empleados puede ser costoso, yendo desde el 50% del salario de un empleado de nivel principiante hasta más del 200% del salario de un ejecutivo senior.
El costo final del conflicto laboral es difícil de cuantificar por completo, pero considerar factores como el tiempo perdido de los empleados, la rotación y el ausentismo brinda una cierta perspectiva de los posibles impactos. Además, el conflicto laboral también puede interferir con los proyectos de trabajo y afectar la motivación y la moral de los empleados.
Estrategias para ayudarte a navegar el conflicto de manera más efectiva
Tengamos en cuenta que los conflictos son una parte natural de las interacciones humanas y que el objetivo no es "ganar", sino encontrar resoluciones que preserven las relaciones y fomenten un entorno positivo. Sin embargo, existen algunas estrategias que puedes implementar para lograr esto de manera más efectiva:
Mantén la calma y la compostura
¡Esto es muy difícil! pero es esencial mantener la calma y la compostura durante las conversaciones difíciles. Toma unas cuantas respiraciones profundas antes de responder y evita dejar que las emociones escalen la situación.
Elige el momento y lugar adecuados
Elige un momento apropiado y un lugar privado y neutral para discutir asuntos delicados. Evita discutir este tipo de temas frente a otros, ya que podría hacer que la situación escale.
Escucha más, habla menos
Escucha atentamente la perspectiva de la otra persona sin interrumpir. Muestra empatía y comprensión, incluso si estás en desacuerdo con su punto de vista. A veces, solo permitirles expresarse puede aliviar algo de tensión.
Concéntrate en el problema, no en la persona
Evita los ataques personales o culpar a individuos. Mantén el foco en el problema en cuestión y cómo puedes resolverlo juntos.
Utiliza declaraciones de "yo"
Cuando expreses tus preocupaciones, utiliza declaraciones de "yo" en lugar de declaraciones de "tú". Este enfoque te ayuda a asumir la propiedad de tus sentimientos y evita que la otra persona se sienta atacada. Por ejemplo, di: "Me sentí decepcionado cuando el proyecto no se completó a tiempo" en lugar de "Siempre entregas tu trabajo tarde".
Busca un terreno común
Busca áreas de acuerdo o metas compartidas, ya que pueden proporcionar una base para encontrar una resolución.
Orientado a la solución
En lugar de detenerte en el problema, concéntrate en encontrar soluciones. Crea ideas de forma colaborativa y debate posibles compromisos.
Evita hacer suposiciones
No asumas que sabes cuáles son las intenciones o motivaciones de la otra persona. Haz preguntas aclaratorias para obtener una mejor comprensión de su perspectiva.
Usa un lenguaje positivo
Enmarca tus puntos de vista de manera positiva y constructiva. Evita el lenguaje negativo que podría provocar defensividad.
Saber cuándo tomar un descanso
Si la conversación se vuelve demasiado acalorada o improductiva, sugiere tomar un breve descanso para enfriarse antes de volver a la discusión.
Involucra a un mediador si es necesario
Si no puedes encontrar un terreno común, considera involucrar a una tercera parte neutral, como un supervisor o un representante de HR, para mediar en la conversación.
Realiza un seguimiento
Después de la conversación, haz un seguimiento con la otra persona para asegurarte de que se está avanzando hacia la resolución del conflicto. Muestra agradecimiento por su disposición a trabajar hacia una solución.
Aprende de la experiencia
Reflexiona sobre la conversación e identifica cualquier área en la que podrías haber manejado mejor las cosas. Utiliza estos conocimientos para mejorar tus habilidades de comunicación para futuros conflictos.
Habilidades para ayudarte a manejar situaciones difíciles
Las habilidades de resolución de conflictos son las capacidades y técnicas utilizadas para abordar y resolver conflictos o desacuerdos de manera efectiva y constructiva. Estas habilidades son esenciales en varios aspectos de la vida, incluyendo las relaciones personales, los entornos laborales y las interacciones comunitarias.
Incluyen una gama de comportamientos y enfoques que promueven la comprensión, la cooperación y el compromiso. Echemos un vistazo:
Escucha activa: La habilidad de escuchar atentamente la perspectiva de la otra persona sin interrumpir o ponerse a la defensiva. La escucha activa demuestra empatía y muestra que valoras el punto de vista de la otra persona.
Empatía: Entender y reconocer las emociones y sentimientos de los demás involucrados en el conflicto. La empatía ayuda a crear un ambiente de apoyo y no juicio, facilitando la comunicación y la resolución de problemas.
Comunicación efectiva: Expresar tus propios pensamientos, sentimientos y preocupaciones de manera clara y respetuosa. Una buena comunicación ayuda a prevenir malentendidos y permite a ambas partes compartir sus perspectivas abiertamente.
Resolución de problemas: Trabajar en colaboración con la otra persona para encontrar soluciones mutuamente beneficiosas. Esto implica identificar las causas raíz del conflicto y explorar varias opciones para su resolución.
Asertividad: Defender tus necesidades e intereses sin ser agresivo o desestimar los puntos de vista de los demás. Ser asertivo te ayuda a comunicar tus límites y expectativas de manera efectiva.
Flexibilidad: Estar abierto a considerar perspectivas y soluciones alternativas. La flexibilidad permite una resolución de problemas creativa y encontrar un terreno común.
Desescalada de conflictos: Reconocer signos de escalada de conflictos y utilizar estrategias para desactivar las tensiones antes de que se intensifiquen.
Mediación y negociación: Ser habilidoso en facilitar discusiones entre partes en conflicto y ayudarles a llegar a resoluciones mutuamente acordadas.
Resumiendo
Recuerda, el conflicto es una parte natural del trabajo en cualquier organización y cómo lo manejes puede impactar significativamente tus relaciones y la satisfacción general en el trabajo. Al abordar las conversaciones difíciles con empatía, mente abierta y enfoque en la resolución, puedes crear un ambiente de trabajo más positivo y productivo.
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¿Cómo tratas el conflicto en tu equipo y empresa? ¡Déjamelo saber en los comentarios!